domingo, 31 de diciembre de 2006

Este es el ultimo Post del año...el final de mi primer cuentito o relato...lo que sea...espero que les haya gustado...fue un placer haber estado con uds esta mitad de año... quererlos...porque a muchos los quieroy/o aprecio, se ganaron mi cariño, por lo que son, por lo que hacen, porque me lo demuestran en cada comment...en sus Post...en todo...
Es desde hace muchos años que escribo, no lo hago para conformar a nadie sino a mi mismo...si...soy un romantico perdido, soñador e iluso...asi soy en la vida real y no solo al escribir...esto que ven es un reflejo de lo que soy...y la suma de cada poema que publico y publicare es mi persona..eso y un poco mas, porque no siempre las cosas son solo la suma de las partes...no busco que les guste a todos, empece a publicar sin saber si laguien los leeria...menos gustara...se que el romanticismo esta muriendo y no busco revivirlo...solo que sea un lugar donde quienes sueñan en mi mismo idioma encuentren lo mismo que yo busco en el mundo...ilusiones...esperanzas...y sobre todo...fuerza para pelear por los sueños....les deseo el mejor final de año...y un excelente 2007...aqui estare para seguir viviendo a traves de esto tan bonito que es el arte...besos y abrazos a todos....


P.D: Que este Post vaya dedicado a Nika, por adelantarse al final...creo que habla el mismo idioma que mi alma...por eso pudo ver hacia donde iba...porque no creo que sospechara que algo tan bonito solo pueda ser soñado...no es asi....o sera que soy mas predecible de lo que creo...no lo se...no importa...este es mi pequeño homenaje a su hermosa sensibilidad.


Hechizo de Luna (Final)


(continua....) De repente...mi visión se volvió difusa, su figura se volvió humo, y todo desapareció tan rápido como la efímera caída de una estrella fugaz en un cielo de verano, volviéndose solo un recuerdo de algo que aun no se manifestaba ni real ni ficticio. Como un vano fantasma de niebla y luz se desvaneció en la madrugada, ante mis vanos e inútiles intentos de seguirla al limbo de donde había salido sin que me diera cuenta. De repente pude ver mis manos extendidas hacia el cielo, como buscando algo que jamás había estado ahí. Me incorpore de repente, sobresaltado, mire a mi alrededor, mis pupilas estaban dilatadas, como buscando una respuesta en las penumbras que rodeaban mi cama. Solo atine a tomar mi rostro entre mis manos y frotarlo con mis palmas, tratando de despabilar mi raciocinio para poder enfrentarme una vez más con la cruel realidad a la que era victima.
La luz de la Luna se colaba por mi ventana entreabierta, tal vez sus rayos fueron la que me la trajeron a mi, como un hechizo de medianoche, no lo se, tampoco importaba ya, nada importaba…cerré los ojos…ya no quedaba mas sentido para mi en esta noche de Abril…

lunes, 25 de diciembre de 2006

Hechizo de Luna II parte (continua)

-“Voy a recorrer cada centímetro de tu cuerpo con mi lengua, lentamente…como un sediento peregrino en busca de un oasis…”- la amenacé tierna y lujuriosamente, con la ilusa intención de intimidarla y que desistiera de su cruel y dulce juego, o tal vez fue una tonta idea de hacer que perdiera la cabeza como yo lo hacia , y se arrojara a mis brazos para que la punta de mis dedos dibujaran en su cuerpo todas las figuras imaginables, ya que estaba convertido en un mero espectador de lujo, deseoso y temeroso de cambiar mi posición a alguna mas dominante, mas de acuerdo a lo que estaba acostumbrado en mi vida. Pero no cambió en nada su actitud desafiante, dominando la situación como desde el principio. Como si deseara ver los limites de mi cordura y mi deseo, poniéndome a prueba. Como los dioses testean la fe de sus siervos, mi devoción era puesta en tela de juicio, como si no alcanzara con el dulce dolor de su ausencia en mi vida.
Ella era siempre esquiva a mi persona, no recordaba en esos momentos cuando había sido la ultima vez que fue mía, pero en esos instantes mi mente no estaba ni clara ni mucho menos con intensiones de salir de su privilegiado letargo, seguramente se había ido con mis delirios y anhelos a lo mas profundo del estado alfa. Solo el ardiente deseo de su respuesta a cada epíteto que le había dedicado en esas noches de otoño, donde la soledad hacia mella en mi melancolía, y su ausencia era mi única compañera.
No podía creer que estuviera aquí, a mi alcance, fuera la primera o la última vez, no importaba. Ebrio de pasión rompí el maleficio o hechizo que me mantenía pegado a las sedosas y doradas sábanas, alcé mis brazos lentamente extendiéndolos hacia ella como queriendo salvar la distancia, invitándola a que se refugiara en ellos una vez más para yacer en mi pecho, protegida del mundo que olvidábamos en este instante.
-“Ven”- dije casi susurrante-“ven a mi, que yo haré que el firmamento desaparezca para ambos, y el sol renazca en tu vientre y duerman mis labios…”
Ella se aproximó aceptando mi propuesta de amor. Mis latidos aumentaban en la misma proporción que la distancia se reducía, y el aire se hacia tan denso que no podía respirarlo, hundiéndome nuevamente en lo mas oscuro del calor de la noche.
-“Mi valiente caballero, mi indefenso niño, mi dulce poeta, mi apasionado demonio…aquí me tienes para ti…”-dijo con una voz semejante al viento que corre entre los árboles y murmura antiguos conjuros de olvidadas culturas, en idiomas arcanos y paganos- y cerrando sus ojos se dejó caer como si sus fuerzas la hubiesen abandonado, muriendo en el aire para que yo la reviviera entre mis suspiros, entregándose en su caída hacia mi.
La veía caer lentamente, como una muñeca rota, idílica y mágica, y el tiempo se detuvo como mi respiración, congelado solo para nosotros dos, sus cabellos volaban en el viento y caían sobre sus hombros como una cortina de hilos de seda, sus labios se entreabrían, ofreciéndome un beso, mientras casi podía sentir su calor junto al mío, y sus brazos rodeaban mi cuello. Y nos besábamos. Y la besaba como jamás la habían besado. Este era el momento que había esperado, no sé desde cuándo, pero el sabor de sus labios ya era ajeno a mí, y mi vida se iba entre mis ojos, agonizando por uno solo de sus soñados ósculos, por una sola de sus caricias.
Ella aun caía...sí…ya casi podía tocarla. Extendí mis manos para atajar su cuerpo y así atraparla entre mis brazos para que nunca se escapara de ellos. Sólo unos centímetros nos separaban, unas eternas milésimas de segundo nos separaban.
Cuando mis dedos rozaron su cintura, pude sentir miles de estrellas eclipsadas en mi corazón, y el universo estalló en mi interior. Todo cobró sentido en ese instante, era como beber del Leteo la dulce ambrosia, panacea de mi alma cansada y herida. Fue en ese instante que me di cuenta de que Dios existe… y yo lo era....(continuara)

Que este Post vaya dedicado a Gabu, intentado recordar, acazo un mero intento de emular esa sensualidad que ella respira y emana, para plasmarla en sus poesias...

domingo, 24 de diciembre de 2006

Es en estas Navidad que quiero aprovechar para saludarlos a todos y desearles lo mejor, gracias por su visita y sus coments, cree este blog para solo homenajear a alguien especial (ella sabe quien es) y luego hice de el un Reducto a las tonteras que escribo, fue llegando gente de a poco, gente que se gana mi cariño, gente especial, por eso es que los leo seguido, porque me gusta lo que hacen y mas aun...quienes son...cada uno de uds.
Les dejo un enorme beso a las damas y un abrazo a los caballeros, y si anda algun indeciso/a, no hay problema, no discrimino, que elija lo que guste...ja!

Feliz Navidad a todos!!!
Les desea de corazon.
A moonclad reflection

martes, 19 de diciembre de 2006

Hechizo de Luna


Llego en lo más profundo de la noche. Cuando el día no era mas que un manojo de silencios y oscuridad. La vi entre brumas, reconocí su silueta recortada por la luz que en la habitación se colaba.¿Cómo no hacerlo? Era su presencia motivo de que sintiera esas terribles mariposas revolotear en mi interior, como un misterioso enjambre, que hacia desaparecer el suelo que pisaba. Sentí su esencia rodearme solo con la llegada de su perfume, me imaginaba embriagándome con miles de rosas floreciendo en la más colorida de las primaveras. Y todo a su alrededor permanecía difuso y estático, tal vez su figura robaba toda mi atención y hasta el tiempo, como una vorágine de luz y vacío…o era que el mismo nos dejaba solos para disfrutar de la eternidad de nuestro encuentro, guiñándome el ojo con complicidad, regalándome un ratito de inmortalidad.
Se acercó paso a paso, haciéndome desear aun más que sus manos rozaran mi epidermis, casi podía sentir su tibieza, su suavidad en mi piel…esa fragancia que llenaba todos mis sentidos…su sabor…y despacio…con suma lentitud se acercó sinuosamente, contoneándose como una serpiente, hechizándome con su elíptico baile, haciéndome su presa, como ese
ratoncillo que no puede prescindir de su encanto y no puede apartar la mirada de ella. Mientras la distancia se reducía a cero iba presintiendo sus besos ardorosos en mi boca, sus carnosos labios humedecidos besando los míos y su lengua de fuego, envolviendo en un espiral de llamas mi alma, haciéndome arder en el más profundo cielo de azufre. Es en esos momentos en donde no se planea nada y solo nace lo que la razón no sabe y el cuerpo recuerda…era mi alma la que la seducía.
La tomaba en mis brazos delicadamente, como quien toma la mas delicada flor del Edén y la lleva hacia un florero de algodón y espuma, besándola despacio, profundamente, sintiendo que nuestras respiraciones se acompasaban, latido con latido, pulsación con pulsación, mientras ella acariciaba mi espalda y su pecho se cobijaba junto al mío,
como buscando el origen de mis latidos con su propio corazón. Pareciera que mi espíritu no podía esperar a que llegara a mí y se adelantaba para amarla, acortando la deliciosa agonía que ella proponía con su interminable arribo, haciéndome sentir que susurraba dulces palabras a su oído mientras ella sonreía picaramente…
-”aun en estos momentos soy esa princesa que siempre me haces sentir que soy…”- me decía entrecortadamente mientras mordía mi oreja, ya que su alterada respiración no le permitía mayor locuacidad.
-“Como mi princesa tienes tu lugar en mi vida…aquí, en este momento…en esta habitación regada de pétalos e iluminado por cien velas, eres mi delicioso pecado…” dije ardorosamente en un arrebato de pasión, para, al punto,
arrojarla fuerte pero delicadamente hacia el revuelto lecho, habiendo rasgado y reducido a jirones de un solo tirón la suerte de camisón de tul que vestía, despojándola de él…
Sacudí mi cabeza bruscamente, como tratando de salir del trance en el que estaba estancado, no entendía porque imaginaba adelantándome a lo que inevitablemente estaba a punto de suceder. Ella me miraba a poca distancia, sonriendo inocentemente, mi cuerpo inmóvil no atinaba a moverse, sentía
miedo de romper la magia del momento y solo me permitía yacer casi de bruces sobre mi espalda, a la espera de que ella se lanzara sobre mí como ave de rapiña sobre su preciado premio. Todo se hacia maravillosa y desesperadamente eterno, pero era esto lo que yo apetecía, esa incertidumbre ante lo que va a ocurrir y no se sabe cuándo.

Ella pasó la punta de su lengua por sus labios, haciendo que brillaran todavía más, mientras mi cuerpo completamente tenso, parecía que iba a romperse por momentos estallando en mil pedazos. Sonreía porque sabía que estaba a su merced, y yo nada podía hacer sino dejarme llevar por su encanto....(continuara)

Que este Post vaya dedicado a mi amiga Fresa, en agradecimiento de su ayuda en la correccion de esta pequeña historia...

jueves, 14 de diciembre de 2006


Anoche soñé con ella
y al amanecer una marca me quedó
como un deseo pedido a una fugaz estrella
porque dulcemente me besó

Al despertar recordé esa ternura
de sus tibios labios sobres los míos
aun su encanto en mi perdura
y me endulza en mis desvaríos

Pero aun así la desazón
se apodera de mi lentamente
de que fue solo un anhelo de mi corazón
no dejo de ser conciente

Y aunque haya sido solo un sueño
que por un momento yo fuera
de un beso suyo, dueño
quedara en mi guardado…hasta el día que muera

viernes, 8 de diciembre de 2006

Con estas últimas palabras se va mi último suspiro
emerge tu recuerdo en el olvido en el que estoy
y la noche sujeta mi sombra con su lamento obstinado

Sobre mi corazón llueve las frías lágrimas del melancólico cielo
porque en ti sucumben mis fuerzas y anhelos
porque de ti se alzó mi mas puro cariño
todo en contigo se ahogo, como en la lejanía
como en el mar, como en el tiempo
este es mi perpetuo naufragio

En el crepúsculo de mi corazón
mi alma alada y herida
cae perdidamente
tú ceñiste mi dolor, aferraste mi anhelo
y alejaste la tristeza peregrina
en tu interno recipiente albergaste tu eterna dulzura
de la cual bebí
y ahora rompo este recipiente en mil pedazos
remanente de mi injusto destino

Pero, ¿de que sirvió todo esto?
la intermitente calma de tu presencia era solo eso…intermitente
hice retroceder las penumbras
de mi corazón con tu luz
en solo por contado momentos
que esta hizo brillar su esplendor en mi

Por eso prefiero la eternidad
de un cielo hundido en tinieblas
que la agónica odisea de un fugaz amanecer
que se desvanece efímeramente
sin llegar jamás a iluminarme plenamente

Por eso me vuelvo al olvido de donde salí
por eso me voy…para nunca volver

lunes, 4 de diciembre de 2006







“Olor a Muerte…

...la peste a través del aire…”



No pude impedir que su vida escape de entre mis dedos
A través de su entrecortada respiración
Como arena dorada, como gotas saladas
Mientras sus latidos se iban de mi lado


Se moría en mis brazos y no pude evitarlo
No pude alejar su despedida de mis ojos
Y en los suyos perdía su brillo
Mostrándome la confianza de su inmortalidad


Se negó a morir hasta el último instante
Hasta el último hálito de respiración
Estuve parado a su lado enfrentado la muerte
Que no pudo vencer en esta batalla


Sentí sus pasos resonar cerca
Su sombra se cruzo detrás de la mía
Susurrando su nombre a mis espaldas
En lo profundo de mi oído…aguardando


Le rogué con lagrimas en los ojos
Pero no se entrego tan fácilmente
“No hay fortaleza que no pueda ser quebrantada
Y aun la Muerte puede ser vencida”


Mis brazos fueron su carroza fúnebre
Mis manos cavaron su última morada