martes, 26 de marzo de 2019

Pobre de aquél que no sienta dolor
sólo es extrañado quién es amado

Pobre de aquél que no le tema a la muerte
del que no sienta pena y tristeza

Pobre de aquél que no sufra con un final
no verá el goce de un nuevo comienzo

Pobre de aquél que no sienta compasión
ajeno a la bondad y la misericordia

Pobre de aquél que no ame sin miedos
y no  se atreva a volver a intentarlo

Pobre de aquél que no pueda llorar una pena
y no sepa decir adiós