En la noche oscura me susurra
como un ardiente instinto asesino
sé que ella ve en mí ese algo
que al mundo ha estado escondido
Ella me habla en colores
que realmente no puedo entender
sólo sé que son los nuestros
que de a poco empiezo a ver
Porque yo soy su último destino
y ella, mi más querido misterio
desde un antiguo trono desafio al mundo
para arrodillarme ante su imperio
Dormido en sus brazos etéreos
un demonio soñando con vida
descansa su lógica inclemente
en la silente paz concedida
Porque yo soy su única muerte
y ella, mi más merecida recompensa
¿El mundo no lo ve?
¿Estoy solo en mi creencia?
Porque no hay espera perpetua
ni llegada a destiempo o tardía
sólo una rosa promesa concreta
y una eternidad de día a día