Pobre de
aquel
cuyo amor
se vuelve orgullo
y en su
corazón no habita más
que su
escudo usado como arma
Pobre de
aquel
cuyo amor
se vuelve auto compasión
y en su brillo
no hay mas
que el reflejo de otra oscuridad
Pobre de mí
que en
mis hombros viven
alternándose
ambos
demonios
2 comentarios:
Y así y todo que el amor a veces nos hace felices y otras no...que nada impida que sigamos amando y siendo amados.
Cariños para ti.
mar
De igual modo, Marce
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