Pobre de aquél que no sienta dolor
sólo es extrañado quién es amado
Pobre de aquél que no le tema a la muerte
del que no sienta pena y tristeza
Pobre de aquél que no sufra con un final
no verá el goce de un nuevo comienzo
Pobre de aquél que no sienta compasión
ajeno a la bondad y la misericordia
Pobre de aquél que no ame sin miedos
y no se atreva a volver a intentarlo
Pobre de aquél que no pueda llorar una pena
y no sepa decir adiós
No hay comentarios.:
Publicar un comentario